En todos los sectores, especialmente los que relacionan con el mundo de la alimentación, la saludo y en menor medida la atención al público, es de vital importancia mantener el espacio totalmente limpio e higiénico.  Pero se tienden a confundir términos que parecen lo mismo pero en realidad son muy diferentes en sus procesos, objetivos, métodos y resultados. Hablamos de los términos “limpieza”, “desinfección” y “esterilización”. En este post queremos que comprendas las diferencias entre ellos para que apliques los protocolos correspondientes en tu negocio.

Limpieza, desinfección y esterilización: conceptos clave

En primer lugar vamos a definir cada concepto con el fin de evitar confusiones y hablar con juicio cuando los hablamos de ellos:

  • Limpieza profesional: proceso que elimina la suciedad visible, como polvo, restos de comida, grasa o líquidos. No necesariamente elimina microorganismos.
  • Desinfección: reduce significativamente la cantidad de microorganismos presentes en una superficie, aunque no los elimina por completo.
  • Esterilización: es el nivel más alto de higiene, ya que destruye todos los microorganismos, incluidas esporas y bacterias resistentes.

Diferencias clave entre limpieza, desinfección y esterilización

Proceso Objetivo principal Alcance sobre microorganismos Métodos comunes Aplicación frecuente
Limpieza Eliminar suciedad y materia orgánica Reducción mínima Agua, jabón, detergentes Oficinas, hogares, áreas comunes
Desinfección Reducir carga microbiana Inactiva la mayoría, pero no todos Cloro, alcohol, amonios cuaternarios Restaurantes, baños, hospitales
Esterilización Destrucción total de microorganismos Eliminación del 100 % Autoclave, calor seco, óxido de etileno Material quirúrgico, laboratorios

 

Limpieza

El término que mas utilizamos es el de limpieza y con el que tendemos a englobar los otros dos términos. Pero cada uno tiene su función y la limpieza es el primer paso y la base de todo protocolo de higiene en cualquier sector. Limpiar implica eliminar la suciedad, grasa, polvo o cualquier otro residuo visible de la superficie u objeto a limpiar. Pero aunque a simple vista parezca limpio millones de microorganismos puedes seguir sobre la superficie.

Métodos habituales de limpieza:

  • Uso de agua y jabón neutro.
  • Detergentes específicos para grasa o restos orgánicos.
  • Aspiradoras y mopas para suelos.

Ejemplo práctico: al limpiar una mesa de restaurante con un paño húmedo y jabón, se retiran restos de comida y polvo, pero no necesariamente las bacterias presentes.

Desinfección

Si queremos eliminar la mayor parte de los microorganismos presentes en la superficie tenemos que pasar al siguiente paso: la desinfección. Para ello utilizaremos productos químicos que junto un proceso físico reducirán a niveles seguros la cantidad de microorganismos. Decimos reducirán porque no podremos eliminarlos al 100% siempre pueden quedar virus o bacterias que resisten al producto químico.

Métodos habituales de desinfección:

  • Químicos: soluciones de cloro (lejía), alcohol al 70 %, amonios cuaternarios.
  • Físicos: radiación ultravioleta, calor moderado.

Ejemplo práctico: tras limpiar la mesa del restaurante, se aplica una solución desinfectante para reducir la carga bacteriana y evitar la transmisión de enfermedades alimentarias.

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Esterilización

Si queremos aplicar el proceso que destruye por completo todos los microorganismos, bacterias e incluso las esporas, lo que aplicaremos es una esterilización industrial. Este proceso es el más riguroso de todos y solo aplica en sectores donde la limpieza, desinfección y esterilización son imprescindibles como en entornos médicos o laboratorios.

Métodos habituales de esterilización:

  • Calor húmedo: autoclaves que combinan vapor de agua a alta presión y temperatura.
  • Calor seco: hornos a temperaturas superiores a 160 °C durante horas.
  • Químicos: gases como óxido de etileno.
  • Radiación: rayos gamma o UV de alta intensidad.

Ejemplo práctico: esterilizar instrumental quirúrgico antes de una operación para garantizar que no exista ningún microorganismo que pueda causar infecciones.

¿Qué productos necesitas para cada proceso?

  • Limpieza: productos de limpieza industrial como jabones neutros, detergentes multiusos, productos desengrasantes.
  • Desinfección: soluciones de hipoclorito de sodio (cloro), alcohol isopropílico, peróxido de hidrógeno, amonios cuaternarios.
  • Esterilización: no se usan productos de limpieza domésticos, sino equipos especializados como autoclaves, hornos de calor seco o sistemas de radiación.

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¿Cuándo aplicar cada uno en tu negocio?

La elección depende del tipo de actividad y del nivel de riesgo, aunque al final la decisión depende de cada uno y se puede optar por aplicar los 3 procesos en cualquier sector o actividad, pero como no es lo habitual os recomendamos donde aplicarlos:

  • Oficinas y comercios generales: basta con limpieza diaria y desinfección periódica en zonas de alto contacto (manillas, escritorios, baños).
  • Restaurantes y cafeterías: limpieza constante de mesas y utensilios, desinfección de superficies de cocina y equipos, y esterilización de ciertos utensilios si hay riesgo biológico.
  • Clínicas y hospitales: la esterilización es obligatoria para el instrumental médico, mientras que superficies y mobiliario requieren limpieza y desinfección frecuente.
  • Gimnasios y centros de estética: limpieza regular, desinfección de equipos tras cada uso y, en algunos casos, esterilización de material que entra en contacto directo con la piel.

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Errores comunes al aplicar estos protocolos

  1. Confundir limpieza con desinfección: limpiar con jabón y pensar que hemos eliminado los microorganismos y que hemos desinfectado es uno de los errores más habituales.
  2. Diluir incorrectamente los desinfectantes: es importante aplicar la cantidad correcta de desinfectante, ni mas ni menos, de lo contrario puede resultar ineficaz e incluso tóxico.
  3. No respetar los tiempos de contacto: muchos desinfectantes requieren permanecer unos minutos sobre la superficie para ser efectivos, si no respetamos estos tiempos la desinfección no será efectiva.
  4. Utilizar los mismos útiles en diferentes espacios: puede provocar contaminación cruzada en lugar de limpiar. Por ejemplo no podemos utilizar una bayeta con la que hayamos limpiado la cocina para limpiar el baño.
  5. Aplicar desinfección sobre superficies sucias: la materia orgánica puede inactivar los químicos desinfectantes.
  6. Creer que la esterilización es siempre necesaria: en la mayoría de negocios basta con limpiar y desinfectar, reservando la esterilización para entornos médicos o de laboratorio.

Es muy importante conocer y comprender las diferencias entre limpieza, desinfección y esterilización ya que la seguridad es vital en cualquier negocio. Hay que tener claro que cada proceso se hace de una manera, se utilizan unos productos concretos y tiene una finalidad específica. En Distribuciones Batoy te podemos asesorar en lo que necesites.